martes, 7 de febrero de 2012

LA MADRE DE MI NOVIA

A veces tengo alucinaciones. Mi amigo A.C. dice que son tonterías, pero yo sé que no. Ayer mismo, sin ir más lejos, miraba a la madre de mi novia mientras tomaba el sol en su piscina. Son los cuarenta y tres años   mejor llevados que conozco. Pero fue aparecer mi novia por el jardín, y su madre se convirtió en iguana. Yo creo que me hace budú o algo así; me tiene poseído y me da miedo confesarla que ya no me gusta, y que si voy a su casa es por ver a su madre embadurnarse de crema. No sé qué hacer.

3 comentarios:

  1. Te has metido en un buen lío... es que no hay nada como lo prohibido.

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  2. Yo lo tendría claro, plantar a la enana e irme a por la madre.Más vale iguana que irse al Iguano (que es lo mismo que el guano pero en la era digital)

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  3. Al leer tu pequeño relato no puedo reprimir el contarte un caso real. El de mi mejor amigo, aún ahora lo es. Se casó con una mujer nacida de padres jóvenes. La madre de la Joven y ella, la esposa de mi amigo, eran de gran belleza, mantenida en cada una en la escala de su edad. Puedo dar fe de ello, por haberlas visto innumerables veces.
    Mi buen amigo y confidente un día me viene a decir su preocupación… y desconsuelo, ya que se tiraba a la madre y a la hija. Quizás dudé al principio pero los detalles fueron tan certeros, y la fe que le tenía, que no dudé en absoluto. El caso es que después de la confesión pasé alguna tarde de sábado con ellos –tengo que decirte que me gustaba la suegra, una real hembra, pero nunca la pude catar-. Lo que me sorprendía era el secreto inconfesable que no trascendía en absoluto. Algo extraño, cuando secreto es de dos y uno de ellos es la suegra.
    Tengo que decir que mi amigo era una gran persona y parecía enamorado de su mujer.
    Un saludo.

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