lunes, 17 de septiembre de 2012

LA AMAZONA

Salir con ella fue una experiencia demasiado monótona. Con veinte años yo esperaba algo más de la vida que montar a caballo cada tarde. La quise convencer que había otras maneras de ser amazona sin necesidad de caballo, pero no coló. El cine, además, lo desestimó porque engordaba.
Ayer la vi en la cola de Tadeo Jones. Iba con cinco niños, todos vestidos iguales. Por lo visto a su marido tampoco le gustan los caballos...

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