domingo, 24 de marzo de 2013

MI BODA


A mi familia le horrorizó la idea, pero al final nos casamos como quisimos. Mi madre, que tenía un vestido encargado para lucirlo en las bodegas de Jerez, tuvo que cambiar de modelo por miedo a perder los zapatos en el barro. Mi padre, tradicional como él solo, no aceptó deshacerse de su chaqué. Fue curioso verlos allí tan elegantes entre las ovejas. Luego, más animada, mi madre se lanzó a bailar descalza ante la insistencia de mi mejor amigo; y mi padre, al quinto whisky, se congestionaba al final de un prado intentando sacar alguna nota a una gaita.

jueves, 21 de marzo de 2013

SUSAN Y MIS GAFAS DE TOM FORD

A la salida de la rueda de prensa se formó un pequeño tumulto con algunos fans y uno de sus guardaespaldas me voló las gafas. La mala suerte hizo que yo y mi cámara estuviéramos en el lugar equivocado. A las dos semanas llegó a la redacción del periódico un paquete a mi nombre desde Los Ángeles. Dentro había un estuche compacto con una gafas de Tom Ford. "Lamento lo ocurrido. Susan", decía una nota manuscrita. Es un modelo de gafas que no ha llegado aún a España por lo que no he podido poner cristales, pero me hace ilusión llevarlas en el bolsillo de la chaqueta. Susan, si lees este blog, que sepas que tengo 1'5 dioptrías en el ojo derecho y 2 en el izquierdo.

lunes, 18 de marzo de 2013

MI PADRE

Este es mi padre, le conocí en el hospital el día que nací. Tenía la mano de mi madre entre las suyas y estaba pálido. Mientras a mí me daban un  cachete para que llorara, vi que me miraba con cara de tonto. He sido su hija favorita hasta que nacieron las mellizas, y ahora dice que nos quiere a las tres por igual. Suele soltarnos charlas larguísimas porque para él todo necesita una explicación. No hace más que decirnos que "hay que compartir", pero luego se enfada si le tocamos su ordenador. Sólo él se ríe cuando nos cuenta un chiste, a veces incluso se hace demasiada gracia. Pobre. Tiene una lista con títulos de libros para que le regalemos, pero a mí me gusta sorprenderle, así que le he comprado una corbata, aunque creo que la del año pasado sigue con la etiqueta puesta. En general, es un buen padre, un poco pesado con eso del deporte y la vida sana, pero por lo demás, pasable. Yo le quiero a pesar de que nos ponga todo el rato música clásica en el coche.
P, B y A Caunedo.

domingo, 17 de marzo de 2013

ACCIDENTE

Siempre he pensado que mi hermano es idiota. Lo digo en serio; no es un niño normal. Tal vez sea problema de mis padres por consentirle todos los caprichos. Yo, la verdad, no puedo con él. No soporto sus juegos absurdos ni sus canciones tarareadas a voz en grito. ¿Cuándo crecerá? Lo peor de todo es en los viajes a la playa; se me hacen desesperadamente largos. Ahora mismo estoy pensando muy seriamente abrir la puerta en una curva y decir a mis padres que ha sido un accidente.

jueves, 14 de marzo de 2013

SUSOIKO LA PUNK

Susoiko es punk y me vuelve loco ver cómo se destroza las medias negras en el escenario. Cada noche lo mismo. Luego, cuando llega al hotel, se viste con un camisón totalmente blanco y, con la voz rota, me pide que se lo quite despacio.

martes, 12 de marzo de 2013

316

Era un vuelo Buenos Aires - Los Ángeles. "Por favor, necesitamos un médico. Si alguno de ustedes es médico, le rogamos diríjase a cualquier miembro de la tripulación". Había sido una semana muy dura de trabajo y estaba muy cansado. Llevaba la cabeza apoyada en la ventanilla cuando, sin esperarlo, alguien comenzó a abofetearme. "Señor Caunedo, señor Caunedo... ¿me oye?" Al abrir los ojos vi a un tipo con corbata y gafas doradas que me mostraba su mano mientras me preguntaba cuántos dedos veía. Todo estaba borroso y confuso. De repente, mi cabeza dejó de pesarme.
Lo siguiente que recordé fue el número de habitación del hospital de Los Ángeles donde estoy ingresado y una enfermera negra que me daba mi móvil diciendo que no había parado de sonar en tres días.

lunes, 11 de marzo de 2013

LA ECHO DE MENOS

Mi mujer está de viaje y la echo de menos,  así que, aprovechando mi estado semicatatónico de los últimos días, he hecho que vuelva. Ahora está aquí, algo más callada de lo habitual, pero tan elegante como siempre. No podría vivir sin ella.

domingo, 10 de marzo de 2013

YO ATLETA

Ayer mi hija me preguntó cómo conocí a su madre, y se lo tuve que contar: 
"Verás, yo estaba corriendo por el Retiro, a mi ritmo, ya sabes, cuando de pronto vi que una chica guapísima venía hacia mí. Para impresionarla, aceleré mi paso hasta llegar a un sprint en toda regla. Nos cruzamos y esperé a perderla de vista para detenerme medio asfixiado y recobrar la respiración sentado en un banco. Un flato espantoso me dejó blanco. Tan mala cara tenía que la gente se paraba para preguntar. Pues bien, una de aquellas personas era médico, y meses más tarde me casé con ella".
No sé por qué, pero mi hija no me creyó, aunque su ataque de risa mereció la pena. Después, llamó a mi mujer al hospital para confirmarlo.

miércoles, 6 de marzo de 2013

LA LOCA DE MI MADRE

Mi madre era una mujer muy maniática. Entre otras excentricidades, tenía la teoría de que nuestro ánimo depende de la luz. Y estaba tan convencida de ello que no tuvo ningún problema en aparecer un día en el hospital en el que yo estaba convaleciente con una lámpara de sobremesa. Decía que la luz de la habitación era mortecina, así que me dejó plantada aquella lámpara junto al gotero del suero y se fue. Las caras de las enfermeras al entrar eran todo un poema. Primero miraban la lámpara, luego a mí y después al bueno de mi padre que, sentado en el sillón, ponía cara de no saber qué decir. Al día siguiente, y sin yo haberlo pedido, vino con una colcha estampada que le daba buen karma. Los médicos estaban encantados con ella, pero yo, la verdad, estaba horrorizado.