miércoles, 18 de marzo de 2015

LA CONCIENCIA


¿Pero qué había ocurrido? Nada. Y sin embargo, mucho. Por un lado se quería convencer a sí misma de que no tenía nada de lo que lamentarse puesto que nada ocurrió, pero por otro se arrepentía de haber deseado con todas sus fuerzas que ocurriera. Eso le hacía sentirse culpable.

1 comentario:

  1. Arrepentimiento y sentido de culpabilidad: en la terminología neocatólica donde nos (mal)criamos se decía dolor de contrición. Se añade un padrenuestro y tres avemarías, y listo.
    De propósito de la enmienda, nada. La próxima vez, hacer todo lo posible para que ocurra.
    Abrazos, siempre

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